7/03/2007

Tú y la luna



La luna se bañará esta noche en mi presencia, no pasa de hoy que vaya a verla. ¿Quién me ha robado el mes de mayo aún faltando días del mes de abril? La luna se bañará esta noche, pero en mi presencia, porque no pasa de hoy que vaya a verla. Se me cerrarán de forma voluntaria todas las ventanas de la sociedad, y la tele apagada, reinará sola en el salón de mi casa. Se me apagarán las luces artificiales que iluminan mi noche para dejar paso a la luz del astro que sustenta las mareas, el amor, y la locura. No pasa de esta noche, no pasa, que me encuentre con ella. Mis pies descalzos en comunión con la húmeda arena tocarán el mismo mar que toca el viento, el mismo que se confunde, en la lejanía, con el mar del universo. Buscaré esa luz que pinta de plata retazos de azul marino y me dejaré llevar, sólo me dejaré llevar, porque hay que vivir para soñar pues no se vive sólo en sueños.

Esta noche la luna se bañará en mi presencia, ¿te apuntas? Claro que sí, no esperaba menos compañera. Los placeres compartidos se hacen placeres eternos al acabar la primavera. La luna esta noche se bañará… en nuestra presencia. Como asiento la arena, como aroma el mar, como abrigo tus brazos, como sonido las olas, como ilusión, tu mirada en las estrellas. ¿Quién me ha devuelto el mes de mayo, y de abril, lo que queda? Como siempre: tú y ella.

Amigo David

David Díaz, Pregonero de la Romería 2007


Cuando la mano que escribe acompaña e interpreta los latidos del alma. Cuando el corazón se abre agrietando la garganta. Cuando el amor se hace verdad, y la palabra mensaje. Cuando alguien entrega su vida como tú la entregaste y el que escucha sólo piensa que su boca sabe a sangre, se puede marchar tranquilo, sin maleta ni equipaje.

No puedo darte las gracias, David, porque no me llegan las palabras, porque no se pagan con adjetivos a los mensajeros del alba. Porque quien habló por ti hizo el camino entre vivas y alabanzas, y es a ella, viejo amigo, a quien ya le di las gracias.